Los muros y fachadas son elementos fundamentales del entorno urbano y suponen una enorme oportunidad para implantar infraestructura verde urbana sin consumir superficie de suelo.
Los ajardinamiento verticales, en sus diferentes formatos y sistemas, aportan soluciones tecnológicas para el desarrollo de cultivos en el plano vertical. Estos sistemas constructivos requieren de una base técnica importante, para garantizar su viabilidad y durabilidad a largo plazo, tanto en exterior como en interior en cualquier tipo de edificaciones y usos.
Además, los jardines verticales constituyen una mejora ornamental y paisajística, y aportan numerosos beneficios medioambientales, para los edificios y para las personas.
BIODIVERSIDAD
Las fachadas verdes proporcionan apoyo a la Biodiverdidad en las ciudades, y constituyen corredores verdes para mejorar la integración de la naturaleza en los entornos urbanos.
REDUCCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN
Las fachadas vegetales desempeñan un papel importante en la reducción de la contaminación atmosférica, fijando gases de efecto invernadero y atrapando partículas contaminantes en sus componentes y vegetación.
AISLAMIENTO TÉRMICO
Las plantas proporcionan sombra y refrigeración en verano, reducen la temperatura de la pared y actúan como aislante térmico en invierno, manteniendo una capa de aire entre la pared y la planta, lo que reduce la convección en la superficie. La eficacia del aislamiento que proporcionan las fachadas verdes depende del espesor y cobertura del crecimiento.
BENEFICIOS ESTÉTICOS Y OTROS
El reverdecimiento de las fachadas mejora el entorno urbano, suavizando y disimular la rigidez de diseño de algunos edificios, y ayuda a crear zonas urbanas singulares con identidad propia. Además, las fachadas vegetales puede proteger las superficies de los edificios de los agentes externos como la lluvia / granizo y la radiación ultravioleta, ampliando su vida útil.
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